sábado, 24 de marzo de 2012

cuarto año del principado de santa maria apo picol

este 29 de marzo se celebra el cuarto año de la fundacion del principado santa maria apo picol. la casa real de los omas tiene plneado asistir en pleno a una misa de accion de gacias. la oficina de naturalizacion invita a todos los interesados a unirse en esta ceremonia a realizarse en la iglesia de Azangaro en yauyos sur lima a horas 8 am.

dionisio inca yupanqui. discurso en las cortes de cadiz

Hoy se celebra el bicentenario de la promulgación de la primera Constitución liberal de España. La Constitución de 1812, conocida como La Pepa, porque fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz , el día de San José.En la Cortes constituyentes participaron también diputados americanos.

Uno de ellos, fue Don Dionisio Inca Yupanqui, diputado por Cusco, descendiente del Inca y Coronel de Dragones de Caballería, cuyo discurso, que les transcribo debajo, fue uno de los más memorables. Hoy día del bicentenario es buena ocasión para recordar el discurso del Diputado Inca Yupanqui.



(De la Crónica de Sesiones de las Cortes Generales de Cádiz)



El Sr. INCA pidió entonces la palabra.

El Diputado por el virreinato del Perú:

“Señor, no he venido á ser uno de los individuos que componen este cuerpo moral de V.M. para lisonjearle, para consumar la ruina de la gloriosa y atribulada España, ni para sancionar la esclavitud de la virtuosa América, He venido sí, á decir á V.M. con el respeto que debo y con el decoro que profeso, verdades amarguísimas y terribles si V.M. las desestima; consoladoras y llenas de salud, si las aprecia y las ejercita en beneficio de su pueblo. No haré, Señor, alarde ni ostentación de mi conciencia; pero sí diré que reprobando esos principios arbitrarios de alta y baja política, empleados por el despotismo, solo sigo los recomendados por el Evangelio de V.M. y yo profesamos. Me prometo, fundado en los principios de equidad que V.M. tiene adoptados, que no querrá hacer propio suyo este pecado gravísimo de notoria y antigua injusticia en que han caído todos los Gobiernos anteriores: pecado que en mi juicio es la primera ó quizá la única causa por que la mano poderosa de un Dios irritado pesa tan gravemente sobre este pueblo nobilísimo, digno de mejor fortuna. Señor, la justicia divina protege á los humildes, y me atrevo á asegurar á V.M., sin hallarme ilustrado por el espíritu de Dios, que no acertará á dar un paso seguro en la libertad de la Patria mientras no se ocupe con todo esmero y diligencia en llenar sus obligaciones con las Américas: V.M. no las conoce. La mayor parte de sus Diputados y de la Nación apenas tienen noticia de ese dilatado continente. Los Gobiernos anteriores le han considerado poco, y solo han procurado asegurar las remesas de este precioso metal, origen de tanta inhumanidad, del que no han sabido aprovecharse. Le han abandonado al cuidado de hombres codiciosos é inmorales; y la indiferencia absoluta con que han mirado sus más sagradas relaciones con este país de delicias, ha llenado la medida de la paciencia del Padre de las misericordias, y forzándole á que derrame parte de la amargura con que se alimentan aquellos naturales sobres nuestras provincias europeas. Apenas queda tiempo ya para despertar del letargo y para abandonar los errores y preocupaciones hijas del orgullo y vanidad. Sacuda V.M. apresuradamente las envejecidas y odiosas rutinas, y bien penetrado de nuestras presentes calamidades son el resultado de tan larga época de delitos y prostituciones, no arroje de su sena la antorcha luminosa de la sabiduría, ni se prive del ejercicio de las virtudes. Un pueblo que oprime a otro no puede ser libre. V.M. toca con las manos esta terrible verdad. Napoleón, tirano de Europa, su esclava, apetece marcar con este sello á la generosa España. Esta, que lo resiste valerosamente, no advierte el dedo del Altísimo, ni conoce que se le castiga con la misma pena que por tres siglos hace sufrir á sus inocentes hermanos. Como Inca, Indio y Americano, ofrezco á la consideración de V.M. un cuadro sumamente instructivo. Dígnese hacer de él una comparada aplicación, y sacará consecuencias muy sabias é importantes. Señor, ¿resistirá V.M. á tan imperiosas verdades? ¿Será insensible á las ansiedades des sus súbditos europeos y americanos? ¿Cerrará V. M. ojos para no ver con tan brillantes luces el camino que aun le manifiesta el cielo para su salvación? No, no sucederá así; yo lo espero lleno de consuelo en los principios religiosos de V.M. y en la ilustrada política con que procura señalar y asegurar sus soberanas deliberaciones.”

Leído este papel, presentó una fórmula de decreto reducido á mandar á los virreyes y presidentes de las Audiencias de América que con suma escrupulosidad protejan a los indios, y cuiden de que no sean molestados ni afligidos en sus personas y propiedades, ni se perjudique en manera alguna á su libertad personal, privilegios, etc.

Se oyó todo con aplauso, y al tiempo de votarse dijo

El Sr. ESPIGA: Me parece muy laudable la proposición del señor preopinante, pero la encuentro demasiado general. Debía individualizarse por artículos, y acompañarle una instrucción que fuese materia de discusión.

Los Sres. PRESIDENTE Y VICEPRESIDENTE dijeron que este sería el fruto de la discusión, á la cual fue admitida dicha proposición por unanimidad de votos.

El Sr. VILLANUEVA dijo: Creo que la proposición no debía discutirse, sino aprobarse por aclamación, no siendo más que un extracto de la legislación de Indias en esta parte.

El Sr ARGUELLES: Admiro, dijo, el celo filantrópico del Sr. Inca; pero soy de dictamen que conforme al Reglamento se deje para otro día la discusión, porque acaso el Sr. Inca convendrá conmigo en que pueda variarse o modificarse alguna expresión.

Con esto terminó la sesión.

16 de dismember de 1810. Nro. 81.







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La Constitución española de 1812, conocida popularmente como La Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz. Se le ha otorgado una gran importancia histórica, al tratarse de la primera constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, se debe a que fue promulgada el día de San José.

Oficialmente estuvo en vigencia dos años, desde su promulgación hasta el 19 de marzo de 1814, con la vuelta a España de Fernando VII. Posteriormente, se volvió a aplicar durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, otra en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.

La constitución establecía el sufragio universal masculino indirecto, la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la separación de poderes,[1][2] la libertad de imprenta, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cuestiones.



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Los diputados americanos en las Cortes


En la populosa e hirviente ciudad de Cádiz, se habían reunido al fin las Cortes de España. El detestado Napoleón que retenía entre sus manazas de hierro a la dinastía absolutista había sido el providencial agente histórico. ¡Podían invocar la lealtad a Fernando prisionero y podían decir al mundo que el pueblo español reasumía su soberanía! Los diputados a las Cortes tenían así en sus manos la bandera del legitimismo jurídico y la llave para hacer la revolución burguesa bajo un respetable pabellón.
Para comprender el sentido profundo de las sesiones de las Cortes bastará que el lector evoque el trágico pasado de la España Imperial. Ahora estaban allí los hijos del pueblo español, con un partido reaccionario en minoría, pues toda la nobleza de sangre se había arrodillado ante el invasor. Cádiz era la capital de la España revolucionaria. ¡Pero faltaban los jacobinos!
Pues la feroz paradoja de la situación consistía en que las Cortes de Cádiz se reunían en el momento más débil de la acción militar del pueblo español; no cuando desmoralizaba a los franceses, sino cuando había pasado a la defensiva, no en la etapa más alta del proceso de liberación, sino en la más baja. En Cádiz, donde se iba a legislar para una España dominada por el enemigo, se había refugiado todo el espíritu revolucionario de la península, todas las aspiraciones y frustraciones de tres siglos. Pero era un debate fundado en el vacío geográfico.
"En la época de las Cortes, España se encontró dividida en dos partes. En la Isla de León, ideas sin acción; en el resto de España, acción sin ideas", dice Marx. Después de haber derramado su sangre en vano, el pueblo español había querido lanzar sobre el absolutismo el peso de una Constitución. Con las bayonetas francesas había entrado tumultuosamente en la España petrificada el siglo revolucionario.
El principal puerto marítimo de España estaba poblado, al reunirse las Cortes, de una multitud de aventureros y emigrados, hispanoamericanos que el azar de la guerra había llevado a la península, soldados, marineros, comerciantes, rioplatenses como el joven oficial Tomás de Iriarte, guatemaltecos como los hermanos Llano, peruanos como el teniente coronel de caballería Dionisio Inca Yupanqui.
"Así se dio el caso de que estas provincias estuvieran representadas por hombres más aficionados a la novedad y más impregnados de las ideas del siglo XVIII que lo hubieran sido de haberlos podido elegir ellas misma. Finalmente, la circunstancia de que las Cortes se reunieran en Cádiz ejerció una influencia decisiva, ya que esta ciudad era conocida entonces como la más radical del reino y parecía más americana que española. Sus habitantes llenaban las galerías de la sala de las Cortes y dominaban a los reaccionarios, cuando la oposición de estos se tornaba demasiado enojosa, mediante la intimidación y las presiones desde el exterior”.
Muchas provincias españolas, ocupadas por las tropas francesas no pudieron enviar inmediatamente sus diputados: lograron hacerlo en cambio las regiones más demócratas, Cataluña y Galicia.
"Hallábase de candidatos para diputados, escribe el conde de Toreno, y poníanse los ojos no precisamente en dignidades, no en hombres envejecidos en las antigua corte o en los rancios hábitos de los consejos u otras corporaciones, sino en los que se miraban como más ilustrados, más briosos y más capaces de limpiar la España de la herrumbre que llevaba comida casi toda su fortaleza”.
Los turbulentos espectadores en las galerías del Coliseo de Cádiz, soldados y ciudadanos de ambos sexos, saludaban con ardorosos vivas a las diputados liberales a medida que entraban al recinto, "con desánimo de la Regencia


Leer más: http://blogs.semanaeconomica.com/blogs/el-nuevo-sol/posts/discurso-de-dionisio-inca-yupanqui-bicentenario-de-la-constitucion-espanola-de-1812#ixzz1q4RuzTuE

en lima ya se acabo la discriminacio?

Descendiente de emperadores incas: “Dicen que en Lima ya se acabó la discriminación”



Isabel Atayupanqui Pachacútec y sus hijos hablaron con El Comercio sobre la trascendencia de su apellido andino y el papel que pueden cumplir las familias nobles indígenas en el Perú

Domingo 19 de febrero de 2012 - 12:57 pm 56 comentarios





RONALD ELWARD (*)

El salón de recibo de la familia Atayupanqui en la calle Perú, en el distrito de San Jerónimo, en Cusco, está dedicado a doña Isabel. Esta habitación ahora no es ni la sala ni el comedor de la casa, es un lugar adaptado especialmente para que ella reciba a gente. Casi como un salón del trono.

En las paredes cuelgan dibujos y cuadros con árboles genealógicos de sus antepasados, y también sus antiguas herramientas de trabajo para la chacra. Aunque la casa ha perdido el aspecto señorial que debió tener en el pasado, aquí ha vivido la familia por varias generaciones.

Doña Isabel Atayupanqui Pachacútec, de 88 años, es la descendiente más conocida de los emperadores incas en su ciudad natal. Curiosamente, todos le atribuyen un vínculo con Pachacútec, pero su linaje imperial viene por su apellido paterno. Según los documentos investigados, los Atayupanqui pertenecen al ayllu Aucaylli, la panaca que se atribuye al inca Yahuar Huácac, uno de los incas míticos, del siglo XIV.

El día de la entrevista ella hace su entrada como una reina. Avanza pausadamente, acompañada por sus cinco hijos varones. También tiene tres hijas mujeres, aunque ese día no están presentes. Luce bien vestida, con voluminosa falda y saco color azul oscuro, blusa blanca bordada, y sombrero blanco típico de esta parte del Cusco.

CONSTRUYENDO IDENTIDAD
Ella solo habla quechua y su segundo hijo, el maestro Julio Chihuantito Atayupanqui, de 67 años, traduce la sesión. Empezamos con los datos de rigor: nació el 8 de julio de 1923, como última de los cinco hijos de don Silverio Atayupanqui Orccohuarancca y doña Agustina Pachacútec Sinchi Roca.

Su padre murió cuando ella tenía 2 o 3 años. Sus hermanos mayores ya habían dejado la casa y se quedó sola con su madre. “Ella trabajaba siempre en las chacras. Mi papá había sido arriero, tenía muchas mulas y transportaba productos de Cusco a los pueblos en los alrededores”.

Una de las cosas que más recuerda de su madre era la manera de inculcarle una identidad. “Mi mamá siempre me decía que no debía avergonzarme porque descendemos de los incas, de los constructores de Sacsahuamán”, refiere doña Isabel.

Uno de sus vínculos más vivos con el pasado son los terrenos que heredó, que son las tierras que originalmente le dieron a la panaca a la que ella pertenece. “Tenemos nuestras tierras ancestrales en la parcialidad Sucso-Aucaylli, como los Sinchi Roca, mis primos”, cuenta. Cada vez que hace un esfuerzo para recordar el pasado, su cara adquiere una expresión de emoción profunda.

LINAJE ESCONDIDO
¿Usted fue a la escuela?
Como mi mamá quedó viuda, necesitaba ayudarla y cuidar los ganados y trabajar las chacras. Nunca fui a la escuela. No puedo leer ni escribir. Solo hablo quechua.

¿Cómo era la posición de la familia Atayupanqui en la comunidad?
Había clases. Una jerarquía entre la nobleza y el pueblo, los runas. Siempre hubo esta diferencia. Aunque no teníamos riquezas, todo el mundo respetaba a mi familia. Era una familia visible, orgullosa de ser incas. Hasta ahora, siempre existe algo de las familias importantes.

¿Y cómo se veía la diferencia?
Yo usaba siempre las telas mejores y me visto de una manera distinguida. Este sombrero de paja es también un símbolo de distinción. Solo las mujeres mestizas visibles, importantes, usan estos. Las mujercitas usan sombreros redondos. Es también una cuestión de comportamiento.

¿Qué otras cosas los diferenciaban?
En las fiestas nosotros estábamos siempre a la cabeza. Además, la nobleza todavía tiene las mejores tierras, mientras los runas tienen sus chacras en las montañas. Esto nos permite cosechar más pronto, tener mejores productos y venderlos a más alto precio en el mercado. Somos muy conscientes de nuestra posición.

La cordialidad de la conversación da un giro cuando pregunto cómo era antes y cómo es ahora tener un apellido quechua. En ese momento ella se queda callada y sus hijos toman la palabra.

UN APELLIDO CASTIGADO
Julio es el primero en hablar y dice: “A mí me afectó mucho la discriminación por llamarme Chihuantito Atayupanqui, cuando todos en el colegio se llamaban Merino, Hermoza o Caballero. Siempre había esa discriminación a los nombres quechuas”.

Cuando habla se queda mirando el suelo, y prosigue. “Nos pegaban, nos maltrataban. Me sentía inferior. Siempre había burlas. Nosotros hemos sentido en nuestra carne esta separación. Pero ha cambiado en los últimos años”.

Seguidamente, Edwin, el hijo menor, añade: “En el colegio secundario era peor. Me sentía inseguro. Nos educaban con una historia falsa, y solo hablaban de la parte española”. Edwin se dedica a los negocios y es un hijo que se mantiene cercano a su madre. “En esa época tenía una sensación de culpa. Con frecuencia pensaba: ‘Madre, ¿por qué no te llamaste Flores en vez de Atayupanqui?’”.

¿Cómo es la situación ahora?
“Ahora cuando voy a Lima no siento nada de discriminación”, responde Edwin, “no existe para mí, porque ahora con mucha más fuerza y con mucho más orgullo digo que soy Chihuantito Atayupanqui. Lima hoy es tierra de provincianos, van por las calles con sus danzas y fiestas. Tienen harta plata y dicen que se acabó la discriminación”.

¿Creen que hay un papel para estas familias nobles incaicas en el Perú del siglo XXI?
Doña Isabel responde primero: “La autoridad local me ha reconocido y es recién que la sociedad está dando algo de reconocimiento. Debe ser que se dan cuenta de que nuestra historia tiene un valor”.

“EL PATRIMONIO TAMBIÉN SOMOS NOSOTROS”
Después Julio, su hijo, dice: “Mi mamá es la última de su generación. Queremos rescatar nuestra identidad, los Atayupanqui fuimos parte de los que construyeron el imperio incaico. Los que levantamos la gloria de Machu Picchu. Aquí estamos. Hemos sobrevivido 500 años, mantenido nuestro idioma, nuestras costumbres, nuestras tradiciones. Ahora llevamos nuestros apellidos con muchas más ganas. Ahora sentimos que tenemos un espacio”.

Él cree que a pesar de los avances, todavía hay una política de ignorar a las familias nobles, y se queja: “No hay estudios para saber que somos los verdaderos descendientes. Estamos muy occidentalizados. El patrimonio cultural no es solo Machu Picchu. Es también la gente que ha construido Machu Picchu”, termina Julio.

Al final cuando tomamos las fotos, doña Isabel pone cara seria. “Es que nunca sonríe en las fotos”, dice uno de sus hijos. “Ella piensa que eso no corresponde a su estatus”, explica. Cuando tomamos una gaseosa, lo primero que ella hace antes de beber un sorbo es soltar unas gotas sobre el suelo. “Es que hay que brindar primero con la pachamama”, dice. Después de un rato se retira lentamente, siempre en compañía de sus hijos.

(*) Investigador y genealogista. Más información sobre la familia Atayupanqui en: www.dinastiasperubolivia.blogspot.com




Asencio Tupayupanqui ~ San Jerónimo 22-5-1827; x San Jerónimo 23-6-1847 Isidora Sahuaraura * ca. 1828; Hija de Gregorio S., Noble, propietario de la hacienda Cayza, y Angela García, española de Maras
Hijos:
1. Juan Tupayupanqui, continua en IV
2. Geronima Tupayupanqui * ca.1853; x San Jerónimo 17-7-1873 Paulino Valderrama * …; Hijo de Francisco V. y Maria Sarmiento
3. Raymunda Tupayupanqui * 1860/61; x San Jerónimo 26-6-1882 Eugenio Zúñiga * 1858/59; Hijo de Juan de Dios Z. y Maria Muñoz

lunes, 30 de enero de 2012

muere medico serum 2012 en el VRAE Deyser Solari Ortiz

fallecio en el serum...

Un muerto y tres heridos deja vuelco de vehículo policial en el VRAE

Lunes, 30 de Enero 2012 | 10:45 am



La fallecida fue identificada como Deyser Dora Solari Ortíz de 26 años, médico serumista de Machente; mientras que los heridos son dos suboficiales de la Policía Nacional y una enfermera.









Un muerto y tres heridos dejó el despiste y vuelco de un vehículo policial en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), jurisdicción del poblado de Rosario, distrito de San Francisco, provincia de La Mar (Ayacucho).

El accidente de tránsito se registró cuando el vehículo de placa de rodaje LT-10712 con cuatro ocupantes retornaban a la comunidad de Machente, en el mismo distrito, luego de haber cumplido con el traslado de un menor con quemaduras hacia el hospital de San Francisco, según información policial.

De forma instantánea falleció Deyser Dora Solari Ortiz de 26 años, médico serumista de Machente; mientras que dos suboficiales de la Policía Nacional y una enfermera, resultaron heridos.

Los restos mortales de la víctima serán enterrados en Chincha (Ica), su ciudad natal.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

65

sonnetLXIII

Against my love shall be as I am now,
With Time's injurious hand crushed and o'erworn;
When hours have drained his blood and filled his brow
With lines and wrinkles; when his youthful morn
Hath travelled on to age's steepy night;
And all those beauties whereof now he's king
Are vanishing, or vanished out of sight,
Stealing away the treasure of his spring;
For such a time do I now fortify
Against confounding age's cruel knife,
That he shall never cut from memory
My sweet love's beauty, though my lover's life:
His beauty shall in these black lines be seen,
And they shall live, and he in them still green.

Having regained his equilibrium once more, after some insane attacks of jealousy, the poet devotes himself again to the question of the youth's mortality and the ravages of time against all things beautiful. What, he wonders, may be attempted as a means of holding Time's swift foot back and restraining his despoliation of beauty?



That is the theme of this and the next two sonnets. Here and in 65 the hope is expressed that the black lines of this verse will provide a form of immortality. In the intervening sonnet, 64, nothing is suggested as a palliative, and the only remedy is to weep for what one is destined soon to lose.

It is worth noting the personal element in these three sonnets. Time is not only the universal arch-destroyer, but, what seems even more heinous, he will cut away my sweet love's beauty, my lover's life, he will come and take my love away, he will snatch away Time's best jewel (i.e. my beloved) and if my love shall still shine bright despite all this destruction, it will only be through some miracle yet unknown. Each of the three sonnets passes from the universality of wasteful Time's depravity, which attacks and crushes individuals, wrecks cities, eats up the land, consumes brass and eternal monuments, destroys the flowers of the summer as well as gates of steel and the stoutest rocks, and then turns its attention to my sweet love's beauty, my love, and Time's best jewel. So all things that are mortal fade and soon are no more to be seen. What is the solution? To what must one turn to avoid this destruction and loss? Is it to the immortality of verse? Or should one simply weep and acknowledge that everything which we possess is as a death which continues to weep but must dissipate itself eventually into the great sea of mortality?

This sonnet shares the same opening words as sonnet 49. The numbers of the two are important, as they are climacteric numbers, and were for the Elizabethans crucial years in a person's life. The astrologers were deeply concerned for Elizabeth's welfare in her 63rd year and foretold numerous disasters. She died in her next climacteric year at the age of 70. (See the notes to sonnet 81 for a fuller discussion).
The 1609 Quarto Version

AGainſt my loue ſhall be as I am now
With times iniurious hand chruſht and ore-worne,
When houres haue dreind his blood and fild his brow
With lines and wrincles,when his youthfull morne
Hath trauaild on to Ages ſteepie night,
And all thoſe beauties whereof now he's King
Are vaniſhing,or vaniſht out of ſight,
Stealing away the treaſure of his Spring.
For ſuch a time do I now fortifie
Againſt confounding Ages cruell knife,
That he ſhall neuer cut from memory
My ſweet loues beauty,though my louers life.
His beautie ſhall in theſe blacke lines be ſeene,
And they ſhall liue , and he in them ſtill greene.
Commentary

1. Against my love shall be as I am now,
Against = in preparation for (the time when)
2. With Time's injurious hand crushed and o'erworn;
Time's injurious hand - Time is personified once again as the reckless destroyer of all things. Of the 126 sonnets to the youth, time as the invidious tyrant or fickle cheat appears in 17. For the record, the sonnets in which Time is mentioned in a pejorative context are 5, 12, 15, 16, 19, 22, 55, 60, 63, 64, 65, 77, 100, 115, 116, 123, 126. The word does not occur at all in the sonnets to the dark lady.
crushed and o'erworn - the poet perceives himself, having looked in his glass in the previous sonnet, as one who is more than past his prime. It is worth mentioning that, if the sonnets were written prior to 1600, Shakespeare would have been 36 at the most. Nevertheless, it is acknowledged that the ageing process was more rapid in Elizabethan England than it is today, owing to poverty of diet , poor housing and primitive medicine. A thirty year old man could therefore consider himself well advanced towards old age. In addition it was the necessity of convention that the addressee of a love sonnet would be more beautiful and youthful in comparison to all earthly things. Therefore those who admired were always, by reflection, crushed and o'erworn.
o'erworn = worn out.
3. When hours have drained his blood and filled his brow
drain'd his blood = emptied him of blood. It was thought that, as one aged, the blood became thinner, colder, and that there was less of it. The final act of Time and Death was to empty the body of blood completely. fill'd his brow - since the Q spelling is fil'd there could be a reference to the use of a file. The lining of the forehead by Time with wrinkles was for poets the typical act of desecration of beauty which symbolised his (Time's) destructive rage against human achievement.
4. With lines and wrinkles; when his youthful morn
The movement from youthful morn to age's steepy night is very swift, without any intermediate steps. Once started on the downward slope there is no stopping. The speed of the decline is repeated in lines 6-7, where the immortal beauties of youth flash once before one's eyes and then vanish. The repeated word vanish (line 7) gives the impression of a flickering fire, which flickers briefly and is gone.
5. Hath travelled on to age's steepy night;
travelled - travail and travel were the same word in Shakespearian times. See 27, 34, 50. (See Q's spelling). Hence 'moved wearily along on its journey'.
age's steepy night - the steep decline of age into night, darkness and lifelessness. The word steepy is not a neologism, and is recorded by OED before Shakespeare's usage of it. It seems to be synonymous with steep. There could be a connection with steeping objects in fluids so that they become flavoured or imbued with the liquid (in this case with night).
6. And all those beauties whereof now he's king
wherof now he's king = over which he now reigns. The particular aspects or characteristics of beauty which the youth possessed were in a sense under his power, as if he were the ruler of them all. But like all earthly things power is illusory, and in the next line they vanish almost as soon as they make their appearance.
7. Are vanishing, or vanished out of sight,
vanishing (ed) - the repetition of the word makes the process more consciously visual. As one looks, the beauties so much vaunted, disappear before one's gaze.
8. Stealing away the treasure of his spring;
Stealing away - has the transitive meaning of (Time) robbing the youth of all his treasures (his beauty), and the intransitive sense of to steal away, in which the beauty of the youth creeps away imperceptibly, furtively disappears, before anyone has noticed its absence. In the second sense the treasure of his spring would be in appostion to all those beauties or his youthful morn, or both.
9. For such a time do I now fortify
fortify = take up a defensive position by building fortifications. The fortifications become the black lines of l.13. The word is also used in Sonn 16:
And fortify yourself in your decay
With means more blessed than my barren rhyme?
But the fortifications seem woefully inadequate in both cases.
10. Against confounding age's cruel knife,

confounding = destroying. See Sonn 60, line 8, note. Age and Time were comparable, interchangeable destroyers, armed as often with knives as with scythes. Sonn. 100 lists both weapons:

Give my love fame faster than Time wastes life;
So thou prevent'st his scythe and crooked knife. 100.13-14
11. That he shall never cut from memory
he = age, time.
12. My sweet love's beauty, though my lover's life:
The use of my sweet love's beauty and my lover's life has proved difficult for commentators who are not too keen on open admissions of love between men. It is clear that the understanding of the terms love, or lover, differed from that of modern times, and there are instances in the plays where men address each other or refer to each other in such terms without any emotive content. But as so often in writing, it is the context which determines what the words mean. Here, with the sonnet devoted to the means by which something precious might be preserved, and so much emphasis being placed on the admired beauty of the youth, there is no doubt that love and lover mean approximately what they do in modern English, although lover has the more general sense of one who is loved, without the unavoidable modern overtones of one with whom one has had sex. There is no doubt that my love and my lover are meant to carry the full range of emotional overtones which any deep love for another person brings with it. In John Lyly's Euphues : The Anatomy of Wit, published in 1578, Euphues takes as his special friend Philautus, and the two declared their love for each other. They used not only one board, (table) but one bed, one book (if so be it they thought not one too many). Their friendship augmented every day, insomuch that the one could not refrain the company of the other for one minute. Lyly. p.19, Leah Scragg ed.

See commentaries on Sonnet 20 and the extended commentary on Sonnet 13.
13. His beauty shall in these black lines be seen,
Blackness and beauty seem to be opposites. Partly it is the blackness of night and oblivion, set against the brightness of his youthful morn. Partly it may be that
In the old age black was not counted fair,
Or if it were, it bore not beauty's name; 127.
The blackness of course in this case is that of ink, which here manages to preserve greeness and vitality, against all the odds.
14. And they shall live, and he in them still green.
And they shall live - the lines of verse shall continue to live (when all else is dead). he in them still green - he (my love) shall always be flourishing in them with youth and vitality.


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shakespeare sonnet

LXIII.

Against my love shall be as I am now,
With Time's injurious hand crushed and o'erworn;
When hours have drained his blood and filled his brow
With lines and wrinkles; when his youthful morn
Hath travelled on to age's steepy night;
And all those beauties whereof now he's king
Are vanishing, or vanished out of sight,
Stealing away the treasure of his spring;
For such a time do I now fortify
Against confounding age's cruel knife,
That he shall never cut from memory
My sweet love's beauty, though my lover's life:
His beauty shall in these black lines be seen,
And they shall live, and he in them still green.

since feeling is first e.e. cummings

since feeling is first
e.e. cummings

since feeling is first
who pays any attention
to the syntax of things
will never wholly kiss you;
wholly to be a fool
while Spring is in the world

my blood approves,
and kisses are a better fate
than wisdom
lady i swear by all flowers. Don't cry
—the best gesture of my brain is less than
your eyelids' flutter which says

we are for each other: then
laugh, leaning back in my arms
for life's not a paragraph

And death i think is no parenthesis